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EL RESURGIR DEL MOVIMIENTO SOCIAL Y LA LUCHA POR LA CONSTRUCCION DEL MOVIMIENTO NACIONAL CARCELARIO.

Análisis
Colombia Soberana - Carta recibida 
Por CRUZ NEGRA ANARKISTA - DESDE ADENTRO - Una cárcel de Bogotá.




Como nos recuerda Atilio A. Boron en el prólogo al libro Filosofía Política Moderna, "la nuestra era -y sigue siendo, diez años mas tarde- la región del mundo en la cual el neoliberalismo tropieza con la mas vigorosa resistencia".

Citando a Perry Anderson nos dice: es "el único continente con un registro constante de agitaciones radicales durante todo el siglo XX, desde la revolución mexicana antes de la Primera Guerra Mundial y la cubana después de la Segunda hasta las experiencias venezolana y boliviana en la actualidad, después del final de la Guerra Fría" (New Left Review, 2008).

Colombia que se ha caracterizado por mantener vivo el conflicto armado mas longevo y sangriento en el hemisferio, no ha sido la excepción, no solo por cuenta de la resistencia insurgente al modelo, sino también por la presencia, permanencia y agitación de un vigoroso movimiento social, que en sus diferentes matices y formas, ha soportado el peso de una agresión brutal desde el establecimiento y sus estructuras paramilitares.

A pesar de esto y de los consecuentes reflujos en la lucha que ocasiona el exterminio, el asesinato selectivo de dirigentes, la desaparición de sus integrantes, la masacre y el desplazamiento de sus bases, la estigmatizacion, criminalizacion y judicializacion de sus luchas, el movimiento social colombiano vuelve a vivir constantemente periodos de fuerte agitación y radicalizacion en la resistencia al modelo neoliberal.

Los últimos años se ha visto un resurgir muy importante del movimiento estudiantil universitario, del movimiento civico-comunitario, del movimiento agrario, del movimiento indígena, de sectores de la clase media, etc, cuyo clímax tal vez ha sido hasta el momento el Paro Nacional Agrario del 2013 que aglutinó diversos sectores en torno suyo y puso de manifiesto la grave crisis derivada de los tratados de libre comercio.

Mientras el gobierno nacional asume una agenda en la Mesa de Dialogo con las Farc-ep en La Habana, signada por el intento de reducir la paz a la cesación del uso de las armas, en el interior del país el movimiento social puso de manifiesto que la paz atraviesa problemas mas profundos y complejos que exigen soluciones igualmente radicales e incluyentes que requieren la amplia participación del pueblo.

En este contexto y de manera simultanea, desde el interior de las prisiones colombianas se ha enfrentado la crónica crisis humanitaria del sistema penitenciario y carcelario, que es apenas una de las expresiones de la grave crisis social nacional, con el surgimiento del Movimiento Nacional Carcelario que ha puesto sobre la mesa el debate sobre la política criminal, sobre la ley penitenciaria y sobre el trato que el país da a sus presos.

Sin embargo, ni al interior de las cárceles ni desde el movimiento social, se ha visto la afinidad, empatia y la necesaria identidad entre estas dos expresiones de un mismo fenómeno social e histórico. Máxime cuando la creciente criminalizacion y judicializacion de la protesta social pone la prisión en el horizonte inmediato de toda lucha.
Pero ademas es no entender que el incremento de la criminalidad, de la delincuencia común también es un resultado directo de la política neoliberal y la creciente pauperizacion del pueblo colombiano.

Urge una reflexión al respecto y buscar que el movimiento social entienda como suyo al MNC y viceversa, que entremos en dialogo y coordinación solidaria, que nos nutramos y retroalimentemos.


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