“Sus agentes de forma inescrupulosa los están engañando extraditando personas comunes y corrientes a las cuales logran incriminar" Presos extraditables, mensaje a las autoridades nacionales y extrangeras
BOLETIN
SOCIAL
VICTIMAS DE EXTRADICIÓN PATIOS
12 Y 16.
Antes de todo, le damos a gracias a Dios y a su nombre
GLORIA!
Extendemos nuestros
agradecimientos muy especiales y un fuerte abrazo a todos los medios de
comunicación y periodistas, representantes políticos de variados cuerpos
colegiados del país que se han dispuesto a leer y a escuchar cada una de las
palabras que construyen estas quejas que hemos dado a conocer alrededor de lo
que creemos son injusticias y excesos de la figura de extradición.
De forma lógica y transparente
demandamos la forma de “concepción”, “acto carnal consensuado o no” del que se
inicia la gestación de un “delincuente extraditable” en casos de narcóticos y/o
lavado de activos.
Acciones como el entrampamiento,
la inducción, la suplantación, la incitación, son aplicadas como intervenciones malignas de
agentes antinarcóticos colombianos y extranjeros con la única intención de
crear, inventar o estructurar un “delincuente trasnacional”, transformando la
“verdad verdadera” de un comportamiento, una palabra o un hecho en una “verdad
procesal” conveniente para alguien, ya sea para mejorar su currículo laboral o
a beneficio de redimir alguna condena en el exterior.
Casos palpables del abuso
sistemático de estas “concepciones irregulares” son la del señor Ariel Josué Martínez
caso que fue ampliamente conocido por el país, pero pocos como el de él se
conocen públicamente, los otros con menos apoyo comunitario se hunden en la
cárcel sin más remedio que dejarse llevar por sus captores ante la incapacidad
de poder pagar un abogado especializado, porque también ellos cobran como si de
verdad se tratara de un capo. El caso del señor Juan Carlos Medina que cuenta
con detalles idénticos de lugar, hechos y personajes descritos en el libro
“Extraditados por error” y en el mismo libro la historia de tres colombianos
más, las declaraciones de Juliana Rubio Isaza y de Oscar Guillermo Sierra para
el especial de Noticias RCN, “Extradición, gritos de inocencia” y otra cantidad
de estudios y reportajes en donde se denuncia la corrupción al interior de
agencias extranjeras y nacionales. Cabe destacar que algunos de éstos fueron
desarrollados o publicados hace varios años, lo que significa que este problema
viene repitiéndose al amparo de la negligencia estatal o de su completa
indiferencia.
El factor común en estos y más
casos es la manera en que los investigadores dan el significado conveniente a
lo que creen es un “lenguaje cifrado”, estos patios están plagados de estos
ejemplos y que de llegar a ser analizados con una lógica simple podrían
demostrar la existencia de una fabricación en serie de positivos que llevan a
la extradición. La situación empeora cuando el indiciado llega a la corte
extranjera y allí se enfrenta a fiscales que le condicionan su derecho a la
defensa bajo amenazas de penas largas para coaccionar y acelerar la declaración
de culpabilidad de la victima.
En un sentido mensaje a las
autoridades nacionales y extranjeras les decimos:
“Sus agentes de forma
inescrupulosa los están engañando extraditando personas comunes y corrientes a
las cuales logran incriminar de cualquier forma para justificar una solicitud
de extradición y, tengan Ustedes en cuenta que para que una “conspiración”
pueda llegar a vulnerar su soberanía, debe de contar entre sus capturas a la
persona con los medios técnicos y logísticos para violar la seguridad de sus
fronteras, de lo contrario la intención de alguien que no tenga esos medios
seria inexistente.”
Vemos con tristeza y con
desconcierto como han calificado a Colombia el tercer país más desigual del
planeta por encima de algunos países africanos, pues dejan expuestos a ciudadanos pobres y humildes
a las propuestas ilegales de mejorar su situación económica a través de los
actos de “concepción irregular” antes mencionados y peor todavía cuando las
palabras y comportamientos de la humilde victima son “analizados” y se les da
el significado más ajustado a conveniencia de la supuesta operación.
En el más puro y estricto sentido
humanitario, se nos está concediendo el permiso de seguir actuando como
“caníbales” de nuestros compatriotas en favorecer la producción masiva de
nuevos positivos que esta vez nos brinden beneficio propio para redimir
nuestros castigos.
En cuanto a las normas que rigen
esta cooperación judicial, pedimos tan solo se le dé más competencia a los
organismos de control colombianos para que evalúen si hay indicios de
irregularidad de investigadores y cooperadores en la “concepción” del delito,
calificar y cuantificar las causas y consecuencias que puedan afectar a otro
país y, si es debido o no suspender la
“gestación” de un nuevo “delincuente trasnacional” y así evitar dar a “luz”
bajo el amparo de una justicia amorfa a una injusta extradición.
Desde otro punto de vista y con
referencia a la pregunta número veinte del cuestionario planteado por los
senadores Galán Pachón, a quienes agradecemos enormemente su gestión, en el
marco del debate de control político sobre el tema de la extradición y donde se
habla de los eslabones de la cadena del narcotráfico, observamos:
-
Teniendo presente que los eslabones fuertes con
la capacidad de traspasar fronteras, son en realidad los argumentos mentirosos
e inexistentes de los agentes o cooperadores, ¿Qué tan dañinos podrían ser los
eslabones débiles de una supuesta red de narcotráfico, sí los eslabones fuertes
con la capacidad de traspasar fronteras no existen?
-
Teniendo en cuenta que esos eslabones fuertes
con esa capacidad ficticia son montajes y buscan captar o incriminar a un
eslabón débil, ¿Las acciones punibles de ese eslabón, (sí llegaran a
existir), no se limitan al interior del
territorio colombiano?
-
¿Sería justo regular las acciones de estos
eslabones fuertes, para que no llegasen a rayar con la inducción al delito de
los recién creados eslabones débiles?
No nos queda más que decir que
muchos más interrogantes se abren paso ante el tema de la extradición y que
pedimos seamos escuchados y determinen Ustedes al interior de estos dos patios,
cuantos eslabones débiles de esa cadena de narcotráfico fuimos creados para la
conveniencia de alguien, que sin ningún tipo de remordimiento y una falta
magnánima de conciencia está destrozando nuestras vidas.
Solo pedimos que se nos asista con una justicia racional y
transparente, al igual que dejemos de ser conejillos de indias, chivos
expiatorios que en manos de estos cazadores no somos más que un invento para
conveniencia de terceros. No somos más que “invitados” a una fiesta macabra en
la que no pedimos ser incluidos.
Jhon Jairo Cruz Trejos.
Steven Ramírez Torres.
Representante de derechos
humanos. (E)
Represente de derechos humanos.
Patio 16, noveno piso.
TD: 81037
Picota, ERON.
Comentarios
Publicar un comentario