Análisis
Por Brigada Jurídica Eduardo Umaña

“… se deberá definir una Ley de Amnistía e Indulto,
también lo más amplia posible,
para resolver la situación jurídica no solamente de combatientes
sino del conjunto de luchadores sociales
que hoy se encuentran privados de la libertad…”
Ricardo Téllez
Integrante del Secretariado de las FARC-EP
Hace ya casi cinco años, la Brigada Jurídica EDUARDO UMAÑA MENDOZA,junto con otras organizaciones defensoras de Derechos Humanos y con prisioneras y prisioneros políticos de diferentes cárceles y penales del país, empezamos a promover una Campaña Nacional e Internacional por una amplia y generosa amnistía para las y los presos políticos, de conciencia y de guerra, en Colombia.
Para tal fin redactamos escritos y documentos sobre el desarrollo histórico de las amnistías e indultos, se elaboraron propuestas como la del Comité Pro Amnistía y se hizo toda una socialización de estas ideas con las y los presos políticos, a pesar de la resistencia y temores de algunas ONGs frente a tal propuesta.
Por todas las redes sociales se promovió la iniciativa con una buena recepción de otras organizaciones defensoras de derechos humanos, partidos políticos y congresistas, entre otros. Una comisión jurídica de abogados/as de varias organizaciones asumió la tarea de redactar una propuesta de Proyecto de Ley de Amnistía, y posteriormente ese borrador se mejoró con ideas y sugerencias recogidas en diferentes seminarios, talleres, conferencias.
A la par varias organizaciones defensoras de derechos humanos y organizaciones socialesconfluyeron en la realización de dos seminarios sobre el Delito Político donde muchas personalidades nacionales e internaciones expresaron sus comentarios y aportes que enriquecieron el Proyecto de Ley de Amnistía, proyecto que finalmente no se discutió en el Congreso.
Casi al mismo tiempo el gobierno Nacional y las FARC-EP, acordaron la creación del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, y dentro del mismo, de la Jurisdicción Especial para la Paz, en uno de cuyos apartados se desarrollaba la propuesta para una Amnistía e Indulto; tal como nosotros habíamos planteado e impulsado desde hacía varios años atrás.
Con tan importante instrumento desarrollado en la Mesa de Conversaciones de Paz de La Habana, continuamos en la tarea de impulsar la Amnistía e Indulto, y se continuó una amplia discusión con los abogados asesores jurídicos de la organización insurgente, varias organizaciones de DDHH y desde luego siempre con las y los presos políticos; se editaron periódicos, volantes, camisetas y se diseñó e imprimió una cartilla pedagógica que sirviera de instrumento para socializar el tema de la Jurisdicción Especial para La Pazy en especial las amnistías e indultos con las y los prisioneros políticos.
La cartilla fue y es una importante herramienta para usar como material de apoyo en talleres dirigidos a las y los prisioneros políticos principalmente. Estos talleres pedagógicos se realizaron en algunas cárceles y penales del país y contaron con una masiva asistencia y participación de las y los presos políticos con preguntas e inquietudes, que suscitaba entonces la posibilidad de la amnistía e indulto.
Muchas otras iniciativas podríamos decir que se desarrollaron en torno al impulso de un Proyecto de Ley de Amnistía e Indulto, fue todo un movimiento colectivo de organizaciones que de larga data hemos realizado nuestro trabajo de solidaridad con las prisioneras y prisioneros políticos. Por eso con mucha expectativa recibimos la propuesta que desde la mesa dediálogos de la Habana se hiciera sobre éste importante y necesario punto de llegada en un proceso de paz exitoso, la aprobación de una Ley de Amnistía e Indulto.
Acompañamos con nuestra solidaridad a la delegación de las y los prisioneros políticos que salieron de las cárceles rumbo a la X Conferencia de las FARC-EP, evento histórico que refrendó los Acuerdos de Paz alcanzados en La Habana.
Vino luego lo que nadie se esperaba, la refrendación popular que se inventó el presidente Santos, a pesar de la propuesta de las FARC de una Asamblea Nacional Constituyente. El plebiscito se realizó y ganó inesperadamente el NO, ahora sabemos que contó con todas las trampas y mentiras impulsadas por los enemigos de la paz. Pero también si somos autocríticos/as debemos reconocer que tan apabullante resultado también fue en parte responsabilidad de quienes le apostamos al proceso de paz, especialmente de quienes toman las decisiones. Un sentido de sobradez y mucho de sectarismo, a lo que se sumaron las limitaciones para que desde el movimiento social y de derechos humanos pudiéramos coadyuvar y participar más activamente, por ejemplo, en la realización de las pedagogías de paz dirigidas a la población en general y a las y los prisioneros políticos en particular. Ese resultado nos dejóuna lección histórica que no podremos olvidar nunca.
Sin embargo, los ánimos y la moral nos decían que no podíamos desfallecer y tal vez como lo advertimos en un polémico documento, el Acuerdo de Paz se enrutó por la víaconstitucional, porque este es un país Santanderista y no podemos olvidar que el poder lo tiene un régimen oligárquico y neoliberal. Superando lo del plebiscito, no hubo otra vía que la refrendación vía Congreso de la República y ya curiosamente el día delos inocentes se aprobó la Ley de Amnistía e Indulto.
Hoy podemos decir que esta Ley de Amnistía e Indulto es el resultado de todo un proceso colectivo, político-jurídico, de quienes desde muchos frentes de trabajo hemos acompañado el proceso de Paz; quesuperando los errores y en cambio con un espíritu de amplia participación de la sociedad civil y organizaciones se debería realizar la implementación de lo acordado en La Habana, para que la participación política alrededor del nuevo Movimiento Político que surja de las FARC-EP, sea real, incluyente y donde nos tracemos un programa de lucha que nos permita acceder al poder político por otros medios de lucha.
Bogotá, diciembre 29 de 2016
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